TEXTO: SOFÍA ALDUNATE FOTOS: MATTHIEU SALVAING
El Santa Monica Proper es el highlight de California, el lugar perfecto para disfrutar de la brisa marina, la vista al pacífico, la buena gastronomía y el estilo inigualable de la interiorista norteamericana Kelly Wearstler.
La famosa interiorista norteamericana Kelly Wearstler fue la encargada de desarrollar el primer hotel de lujo en la playa californiana de Santa Monica. Ahí, frente a la costa del Pacífico y junto a cafecitos, tiendas y senderos para bicicletas y largas caminatas se encuentra el Santa Monica Proper (properhotel.com/santa-monica), un ícono que representa a la perfección el California way of living. Ese que tiene que ver con el mar, la luz y la brisa perfecta.
Inspirada en la ciudad y su costa, Kelly decoró las 271 habitaciones y suites, además de los espacios comunes de este edificio de arquitectura de estilo español que data de 1928 y que se une a una construcción contemporánea a través de un puente suspendido. Una edificación en forma de Y que optimiza la brisa marina y la luz natural. Por dentro, la interiorista logró evocar el estilo propio y más tradicional de la costa, ese que promueve lo auténtico y lo natural, siempre con ese toque de sofisticación que la ha hecho famosa. Aquí destaca una paleta cromática en tonos tierra y la combinación de una multitud de texturas, en su mayoría orgánicas y de materiales tan lujosos como naturales.
Reconocida por la revista Elle Decor por su capacidad de “encapsular la sofisticación contemporánea y el ingenio, con un guiño al pasado y al fututo con una mezcla totalmente personal que se adapta a cada trabajo”, en esta oportunidad Wearstler logró elevar sus sutilezas a través de un impresionante mobiliario, espectaculares sillas y mesas que son verdaderas piezas de colección. Por ejemplo, en el hotel es posible encontrar joyas del diseño como los sillones de Isamu Noguchi, De Pas & D’Urbino & Lomazzi o Afra & Tobia Scarpa, todos restaurados. También incluyó muchas piezas de artesanos locales elaboradas especialmente para las zonas comunes y obras de arte originales e instalaciones de autores como Ben Medansky, Morgan Peck, Tanya Aguiñiga, Len Klikunas y Dradley Duncan.
Lo anterior se suma a la calidez de los pisos de madera clara, que en ocasiones cobran vida a través de patrones; sillas de bambú o que se asemejan a las rocas de los acantilados, lámparas de cristal con forma de caracola, palmeras, texturas irregulares y enormes ventanales que además de luz, dejan entrar la ciudad.
La experiencia sensorial se completa con la oferta gastronómica del Santa Monica Proper que cuenta con tres restaurantes: Onda, que ofrece una carta que mezcla los sabores californianos con los mexicanos; Palma, un lugar perfecto en el lobby para picar algo y Calabra, el bistró de la azotea que, además de una de las mejores vistas de la ciudad, ofrece un mix de cocina mediterránea y de la costa Este de Estados Unidos. Para muchos, este hotel es el hot spot obligado de Los Ángeles y su rooftop, lejos el más cool de la zona.
Sus habitaciones, también inspiradas en los tonos y texturas orgánicas de la costa local, tienen de todo y más para que los pasajeros se sientan cómodos, desde sábanas Bellini y Fiki D’oro, hasta tecnología de última generación que incluye la aplicación Proper, con llaves de habitación y check-out móvil.
Así es el Santa Monica Proper, un hotel que fomenta el bienestar, satisface los antojos y siempre está disponible para complacer, ya sea a través de un piquero en su piscina del rooftop, cócteles con vista al mar, su espectacular spa y una exquisita preparación gourmet, tablas y bicicletas listas para ir a surfear o pasear por el camino de la playa, tratamientos ayurvédicos, yoga en la terraza o un gimnasio de ultima generación. Un destino que, sin duda, hay que tener entre la lista de pendientes.
